Se trata de un efecto de sonido que todos hemos escuchado hasta la saciedad. Es el grito de Wilhelm, un simpático y desgarrador grito que tiene la portentosa facultad de sacarme fuera del contexto de la película. Sinceramente, voy al cine a que me abduzcan cual granjero borracho, a evadirme, y este mítico cliché hace que bizquée.
sábado, 14 de febrero de 2009
El grito de Wilhelm
Estoy viendo tan tranquilo, y con una buena curda, por decimoséptima vez "Indiana Jones y el Templo Maldito", cuando a los 11 minutos y 45 segundos aparece, más bien suena. Es más, es la segunda vez que sucede en poco más de diez minutos. En la primera ocasión ni me había dado cuenta, a pesar de ser bien chirriante. ¿Qué cómo lo sé? creo que ya he mencionado las veces que la he visto.
domingo, 8 de febrero de 2009
Domo-kun
Entrañable fondo de pantalla que tuve por unos meses
El bicho en cuestión es la mascota de la cadena nipona de televisión NHK, y no me digáis que semejante cosa no mola, más aún sabiendo que nació en una cueva, vive con un conejo amante de la televisón, dos murciélagas -una de ellas alcohólica- y una comadreja que quiere ser modelo. Para disfrute y admiración del pequeño monstruo pinchad aquí.
Para los que piensen que nuestro inocente Domo-kun es una puta locura, llorad; Mameshiba. Aún no sé de qué va, me hallo desconcertado ante lo que al parecer es todo un fenómeno en tierras niponas.
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